Ralf Heynen es un pintor figurativo de Nijmegen, Holanda.
A pesar de que la primera impresión de sus pinturas es de sofisticación y de imagen detallada, su técnica está
basada en la luz y la tonalidad mediante típicas pinceladas.
Estos fuertes golpes de luz y el sutíl uso del color son típicos en su trabajo.
Ralf Heynen es un pintor autodidacta, habiendo aprendido mediante el estudio de maestros del siglo XVII como
Vermeer. Las obras de realistas rusos y Singer Sargent fueron una gran inspiración para él.
Tras muchas copias y experimentos, poco a poco desarrolló su propio estilo.
Siempre ha estado interesado en culturas extranjeras, especialmente oriente. Mientras trabajaba en medio oriente
y Asia, Ralf se inspiró en los diferentes estilos que allí veía y los incorporó a sus pinturas.
Tras viajar a través del Caucaso en 2006, quedó impresionado por las solitarias ruinas de monasterios
armenios . Esta experiencia creó el inicio de una serie de pinturas de iglesias en ruinas en las que la luz y las
texturas juegan un papel importante.
En 2011 Ralf volvió a la pasión de sus comienzos, retratos y cuadros de figuras. Él está mayormente inspirado por la interacción con el modelo y su entorno. Recientemene comenzó una serie titulada «The Silent Beauty of
contemplation» (La sileciosa belleza de la contemplación), en la que sus modelos posan en las orillas del agua.
El reflejo del agua mejora la imagen de la mujer de mirada introspectiva, un ideal de belleza que contrasta con el rápido ritmo de la sociedad actual. Ralf pone en sus figuras una silenciosa posición de descanso y contemplación.
El juego de luz y textura juegan un importante rol en la composición. Su amor por las telas finas y los intrincados patrones en un entorno ruinoso es cláramente visible en esta serie, creando contraste entre el modelo y el fondo.
Es debido a esta tensión que se crea una atmosfera casi mística, generando un sentido de pérdida y alienación.
Fuente: Ralf Heynen
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